
Todo sobre el absceso dental: Síntomas, causas, tratamientos y prevención
Voy a ser sincero: cuando me empezó a doler la mandíbula por primera vez, pensé que era un dolor de muelas normal. Como mucha gente, no me di cuenta de lo grave que podía ser ese dolor profundo y constante. No tenía ni idea de que se trataba de un absceso dental. Mirando atrás, me hubiera gustado que alguien me hubiera dado una guía clara, paso a paso, sobre por qué los abscesos dentales son tan graves y lo rápido que pueden empeorar las cosas si esperas.
Por lo que yo mismo he pasado y después de hablar con dentistas y aprender un montón, me di cuenta de que saber sobre los abscesos dentales es muy importante. Los síntomas, las causas, el tratamiento y, sobre todo, cómo detenerlos antes de que aparezcan: todo esto es importante para tus dientes a largo plazo. Si alguna vez te has sentado sujetándote la mejilla a medianoche o has echado agua salada esperando lo mejor, créeme, este artículo es para ti. Permítame que le explique lo que he aprendido, utilizando un lenguaje sencillo, ejemplos reales y consejos que realmente puede utilizar.
Índice
¿Qué es un absceso dental?
En mi experiencia, no se puede arreglar un lío dental hasta que no se sabe qué es lo que está estropeando las cosas en primer lugar. Un absceso dental no es más que una pequeña bolsa de pus que aparece debido a una infección dental grave. Es como si tu cuerpo construyera un pequeño muro alrededor de los gérmenes: tu sistema inmunitario envía ayuda para atrapar las bacterias, lo que crea una burbuja de pus en el extremo de la raíz del diente (un absceso periapical) o en las encías junto a la raíz del diente (un absceso periodontal).
Te encontrarás con dos tipos principales:
- Absceso periapical: Comienza en la parte inferior de la raíz del diente. Suele ocurrir cuando las bacterias se introducen en el centro del diente, donde está todo lo blando.
- Absceso periodontal: En este caso, el problema está en las encías, justo al lado del diente. Esto a menudo tiene que ver con la enfermedad de las encías o, a veces, hacerse daño en la boca.
¿Por qué es importante? En mi caso, esperar demasiado casi me lleva al hospital. Los abscesos no sólo duelen, sino que significan que tu cuerpo está luchando contra un grave problema de gérmenes. Si lo dejas pasar, el problema puede trasladarse de la boca a la mandíbula, el cuello o incluso la sangre. La situación se complica rápidamente.
Reconocer los síntomas
Como ya he pasado por esto, puedo decirte que los signos de un absceso dental son difíciles de ignorar. Esto es por lo que pasé y lo que he oído de otros:
Dolor y sensibilidad intensos
- Dolor de muelas punzante: El dolor no es sólo agudo. Viene en oleadas. Empezó ligero, luego se volvió tan fuerte que me despertó.
- Dolor de tiro: A veces, ese dolor se extiende a la oreja, la mandíbula o incluso el cuello.
- Duele al masticar: Incluso las cosas blandas como el pan pueden sentirse como si estuvieras mordiendo piedras.
- Diente sensible: ¿Helado frío? Ni hablar. ¿Sopa caliente? Igual de mal. El diente se vuelve loco con cualquier cosa fría o caliente.
Hinchazón y cosas que se ven
- Mejilla o mandíbula hinchada: Un día me desperté y tenía la cara hinchada por un lado. La hinchazón es una gran advertencia.
- Encías rojas y doloridas: Las encías que parecen hinchadas, duelen o sangran con facilidad son una señal de que tu boca tiene un problema.
- Forúnculo gingival (fístula): A veces se ve un pequeño bulto o burbuja en la encía. Puede que pierda pus; tiene un aspecto desagradable, pero en realidad ayuda a aliviar un poco la presión.
- Mal aliento o mal sabor: Noté un sabor asqueroso y amargo, una prueba más de que hay infección.
Señales de advertencia en todo el cuerpo (¡Pida ayuda ya!)
- Fiebre: Si te sube la temperatura, la infección ya no está sólo en la boca.
- Ganglios linfáticos inflamados: Si sientes dolor justo debajo de la mandíbula o en el cuello, es que tu cuerpo se está defendiendo.
- Sensación de agotamiento o enfermedad: No sólo se siente mal la boca, sino todo el cuerpo.
- Dificultad para respirar o tragar: Si esto empieza, es una verdadera emergencia, llama al médico ahora.
Tal vez se pregunte: ¿puede desaparecer un absceso sin más? Por lo que he visto y oído una y otra vez, la verdad es que no. Vuelven enseguida, normalmente peor que antes si no haces nada.

Causas: ¿Cómo se forma un absceso dental?
Cuando por fin fui al dentista, quería saber por qué me había pasado esto. Resulta que las caries y los problemas de encías dejan entrar gérmenes.
Razones principales:
- Mala caries dental: Las caries que nadie arregla atraviesan el exterior duro y llegan al centro blando. A las bacterias les encanta ese espacio porque está caliente y lleno de cosas que necesitan.
- Diente agrietado o roto: Una vez mastiqué un grano de palomitas y me rompí un diente, que básicamente estaba extendiendo la alfombra roja para los gérmenes.
- Enfermedad de las encías: Si te saltas el cepillado y el uso del hilo dental, o tienes mucha mugre en los dientes, las encías pueden retraerse, creando bolsas que los gérmenes utilizan como escondites.
- Lesión en un diente: Incluso las pequeñas protuberancias pueden dañar el interior de un diente, por lo que es más fácil que los gérmenes causen problemas.
¿Quién corre peligro?
- No limpiar bien los dientes: Tengo que admitir que saltarse el cepillado o el uso del hilo dental tiene sus consecuencias.
- Mucho azúcar: A las bacterias les encanta el azúcar, y el azúcar significa más caries.
- Otros problemas de salud: Si tienes cosas como diabetes o enfermas con facilidad, tu riesgo aumenta.
- Empastes o coronas antiguos: Los trabajos dentales no son perfectos: pequeñas fugas pueden dejar pasar gérmenes.
En resumen: no cuidarse los dientes y comer mucho azúcar es la receta para este desastre. Pero incluso una pequeña grieta ignorada puede desencadenar las cosas.
Cómo detectan los dentistas un absceso
Cuando por fin vi a mi dentista, me di cuenta de lo mucho que hay que revisar antes de arreglar nada. Esto es lo que suele ocurrir:
Revisar la boca
El dentista te preguntará qué te duele y qué te ha pasado. Luego lo harán:
- Mira de cerca: Comprobarán si hay hinchazón, manchas rojas o forúnculos en las encías.
- Toca el diente: Si te dan un golpecito en el diente dolorido y estás a punto de saltar de la silla, eso les dice mucho.
- Tócala: Presionan suavemente los puntos inflamados y comprueban si el cuello está sensible.
Fotos
- Radiografías dentales: Son imprescindibles. Las radiografías muestran abscesos que se esconden bajo las encías o daños óseos que no se ven.
- Tomografía computarizada: Sólo en grandes líos, como si una infección se está extendiendo mucho, usan esto para que se vea mejor.
A veces la cara sólo parece hinchada, pero una radiografía puede mostrar la verdadera situación. Ayuda al dentista a saber exactamente qué hacer.
Tratamiento de un absceso dental
No todos los abscesos son iguales, pero el objetivo es siempre: eliminar la infección, detener el dolor y conservar el diente si es posible. Esto es lo que suele ocurrir:
Drenaje del absceso
Seré sincero: esto fue un alivio para mí. El dentista abrió la burbuja y dejó salir todo el pus. La presión bajó enseguida. A veces ponen un pequeño drenaje.
Endodoncia
Después del drenaje, la mayoría de los dentistas hacen una endodoncia. Suena aterrador (sinceramente, "endodoncia" solía asustarme), pero arregla las cosas rápidamente. He aquí cómo:
- El dentista extrae la parte infectada del diente.
- Limpian y dan forma al interior y luego lo rellenan con un material gomoso.
- Por último, sellan el diente, probablemente colocando una funda (corona) en la parte superior.
Las endodoncias funcionan la mayoría de las veces, alrededor del 85-95%. Y usted consigue mantener su diente real, que siempre es mejor.
Extracción del diente
Si la cosa está muy avanzada, salvar el diente no es posible. A mí me tuvieron que sacar una muela cuando tenía veinte años. No quería, pero a veces es la única manera de evitar problemas mayores.
- Sacar un diente suele ser rápido. Después, tendrás que pensar en un diente postizo o un hueco.
Antibióticos
A veces, necesitarás antibióticos si la infección se está extendiendo o tienes la cara hinchada. Pero que quede claro: los antibióticos por sí solos no pueden curar un absceso dental. Ayudan con las infecciones graves, pero aun así hay que tratar el diente.
Antibióticos comunes:
- Penicilina
- Amoxicilina
- Clindamicina (si es alérgico a la penicilina)
- Metronidazol (para determinadas infecciones)
Manejar el dolor
Los abscesos dentales duelen mucho; a veces son los peores dolores que he tenido nunca. El dentista me dijo que tomara medicamentos sin receta, como ibuprofeno, y que me hiciera enjuagues con agua salada tibia. Incluso probé el aceite de clavo, que me ayudó un poco; estaba desesperada.

Problemas derivados de un absceso no tratado
Aprendí por las malas: los abscesos nunca "desaparecen". Empeoran y pueden incluso poner en peligro tu vida.
Problemas locales
- Infección ósea: Los gérmenes pueden corroer tu mandíbula.
- Celulitis: La infección se traslada a la piel y los tejidos blandos.
- Túneles de chicle: Tu cuerpo puede hacer un tubo para que drene el pus. En ese momento, ha estado allí demasiado tiempo.
Problemas de todo el cuerpo (¡muy graves!)
- Sepsis: Si los gérmenes entran en tu sangre, tu cuerpo puede descomponerse rápidamente. He leído sobre gente que acaba en el hospital por lo que empezó como un dolor de muelas "normal".
- Hinchazón del cuello (angina de Ludwig): Infección en el cuello que puede interferir con tu respiración. Esto es una emergencia total.
- Problemas cerebrales o de coágulos sanguíneos: La boca no está lejos del cerebro. A veces, la infección puede llegar allí-super raro pero aterrador.
Los abscesos dentales pueden afectar incluso al corazón y los pulmones. Si se te hincha rápidamente la cara o el cuello o no puedes respirar, pide ayuda, sin esperas.
Cómo prevenir un absceso dental
Ojalá hubiera sabido esto antes, pero la buena noticia es que los abscesos casi siempre se pueden prevenir. Esto es lo que hago ahora y lo que le digo a todo el mundo:
Mantenga limpios los dientes
- Cepíllate dos veces al día: Utiliza pasta dentífrica con flúor, un cepillo suave y no tengas prisa.
- Use hilo dental todos los días: Elimina la comida y la placa que tu cepillo no puede tocar.
- Enjuague bucal: Utilizo un enjuague antiséptico, sobre todo después de comer dulces.
Concertar citas con el dentista
No te saltes las revisiones cada seis meses. Los dentistas detectan los problemas antes de que te des cuenta.
Comer con inteligencia
Reduce el consumo de refrescos, caramelos pegajosos y tentempiés durante todo el día. Las verduras frescas, la fruta y el queso son mucho mejores para los dientes.
Proteja sus dientes
Si haces deporte, utiliza un protector bucal. Si rechinas los dientes mientras duermes, pregunta a tu dentista por un protector nocturno. Un mal golpe puede desencadenar todo el lío.
No espere con problemas bucales
Si notas las encías doloridas o sangrantes, dolor o un diente astillado, haz que te lo revisen rápidamente. Los pequeños problemas son mucho más fáciles -y baratos- de solucionar.
Cuándo acudir al dentista (o a urgencias)
Si recuerdas algo, recuerda esto: el dolor de boca que dura más de un par de días significa que tienes que llamar al dentista. Esto es lo que he aprendido:
Llame pronto a un dentista si:
- Tienes un dolor que no se va, incluso después de probar cosas caseras.
- Ves hinchazón, un bulto en la encía o mal aliento persistente.
- Tienes fiebre o te duelen los ganglios del cuello.
Acuda al hospital o al dentista de urgencias si:
- Se te hincha la cara o el cuello rápidamente.
- No puede respirar ni tragar con facilidad, lo que significa que la inflamación le está cerrando la garganta.
- No puedes abrir mucho la boca, tienes fiebre alta o no puedes dormir del dolor.
- El dolor es tan fuerte que no puedes comer, dormir o hacer cosas normales.
Las grandes emergencias no ocurren a menudo, pero ocurren. Más vale prevenir que curar.
Conclusión: Cuida tu boca
He aprendido de primera mano que un absceso dental no es "sólo un dolor de muelas": significa que todo tu cuerpo está luchando contra los gérmenes. Un tratamiento rápido puede salvarte el diente, el dinero e incluso la vida. Ahora no dejo de usar el hilo dental, de cepillarme los dientes ni de ir al dentista, ni siquiera cuando no quiero.
Si te duele ahora, no lo pospongas. Créeme, la ayuda está a una llamada de distancia, y detener los abscesos antes de que empiecen te ahorra un montón de dolor y problemas.
Adelántate a los abscesos dentales y nunca tendrás que pasar por lo que yo pasé.
¿Tienes alguna pregunta o quieres más consejos de gente que ha luchado contra problemas dentales? Déjanos un comentario. Tu sonrisa y tu salud son importantes.