
Preocupaciones dentales de los adolescentes: Guía completa para padres y adolescentes
Índice
Introducción: Afrontar los aspectos básicos de la salud bucodental de los adolescentes
Si me hubieras preguntado de adolescente qué era lo que más me preocupaba, probablemente habría dicho los deberes, los granos o las pruebas de fútbol mucho antes de mencionar mis dientes. Pero ahora, después de pasar por todo esto y ayudar a mis propios hijos, puedo ver lo importante que es para los adolescentes tener unos dientes sanos. Como madre y como persona que ha aprendido mucho sobre la salud de los adolescentes, sé que los problemas dentales de los adolescentes van más allá de tener una o dos caries.
Los adolescentes tienen sus propios problemas dentales. Están creciendo, probando cosas nuevas, comiendo comida rápida, cediendo a la presión de los compañeros y, a veces, tomando decisiones -como beber muchas bebidas energéticas, pensar en hacerse piercings o incluso probar el vaping- que no eran tan comunes cuando yo era joven. Pero es cierto: los hábitos que adquieren ahora pueden aumentar o destruir su autoestima, afectar a su salud general y prepararles para su sonrisa adulta.
En esta guía, comparto todo lo que he aprendido sobre la salud dental de los adolescentes, desde la investigación hasta mi experiencia como madre. Quiero ofrecerte, tanto si eres padre como si eres adolescente, consejos de la vida real, sugerencias sencillas y una visión honesta de lo que más importa.
Problemas dentales comunes en adolescentes
Cuando mi hijo mayor entró en el instituto, me di cuenta de que aparecían muchos más problemas dentales. Veamos los más comunes para que sepas qué debes comprobar y cómo puedes ayudar.
Caries
Si crees que sólo los niños pequeños tienen caries, puede que te sorprendas. Más de la mitad de los adolescentes de 12 a 19 años han tenido al menos una caries en sus dientes de adultos. He visto cómo se acumulan las rutinas ajetreadas, la afición a las bebidas azucaradas y la clásica excusa de "ya me cepillaré luego".
Esto es lo que sé sobre las caries en los adolescentes:
- Causas: La elección de alimentos y bebidas es muy importante, como los refrescos, las bebidas deportivas, los caramelos y el café dulce. Saltarse o apresurarse el cepillado solo empeora las cosas.
- Cómo detenerlos: Siempre les digo a mis hijos que se cepillen los dientes al menos dos veces al día, que utilicen hilo dental todas las noches y que, si pueden, usen un enjuague con flúor. Los selladores y los enjuagues profesionales con flúor ayudan, sobre todo a los niños que tienen caries con facilidad.
- Si ocurren: Si a tu hijo adolescente le sale una caries, no te asustes. Los empastes son fáciles, y en nuestra casa aprovechamos para hablar: "Vamos a ver qué puedes hacer diferente la próxima vez".
Enfermedades de las encías (gingivitis y problemas iniciales de las encías)
No sabía, hasta que me enteré por nuestro dentista, que los adolescentes pueden tener problemas de encías a menudo. Más del 60% de los adolescentes tienen encías inflamadas o sangrantes en algún momento, pero normalmente empieza como un pequeño sangrado después del cepillado.
- Lo que hay que vigilar: Hinchazón, sangrado al cepillarse, mal aliento que no desaparece o encías con aspecto enrojecido.
- Por qué ocurre: La falta de puntos al cepillarse es una de las causas, pero la pubertad también puede hacer que las encías sean más sensibles. Los aparatos dentales complican aún más el cepillado.
- Lo que ayuda: Yo les digo a mis hijos que se cepillen suavemente en la línea donde se unen los dientes y las encías, y que utilicen hilo dental especial o pulverizadores de agua alrededor de los aparatos. Si detectas los problemas de encías a tiempo, casi siempre podrás solucionarlos.
Dientes torcidos y ortodoncia
No conozco a muchos adolescentes a los que les gusten los aparatos de ortodoncia (aparte del que lleva bandas arco iris). Aproximadamente uno de cada tres puede beneficiarse de los aparatos u otros tratamientos: los dientes torcidos, las sobremordidas o las bocas apiñadas son bastante comunes.
- Brackets o Invisalign: Ahora tienes varias opciones. A mi sobrina le gustó Invisalign, le ayudó a ganar confianza, pero tienes que seguir con él. Los brackets (metálicos o transparentes) siguen siendo la mejor opción para arreglos mayores.
- Cuidado de los aparatos de ortodoncia: Compramos mucha cera para pinchar los alambres, guardamos alimentos blandos para los días doloridos y siempre utilizamos esos cepillitos y los hilos dentales especiales.
- Retenedores: Una vez retirados los brackets, el retenedor es la forma de mantener los dientes rectos. Créeme, nadie quiere tener que usar frenos dos veces porque no usó su retenedor.
Muelas del juicio
Mi hijo lo pasó mal cuando le salieron las muelas del juicio: unos días con dolor de mandíbula, algo de hinchazón y comiendo mucha sopa. Normalmente, las muelas del juicio salen entre los 17 y los 25 años y, sinceramente, suelen ser una molestia.
- Problemas: Las muelas del juicio pueden atascarse, empujar otros dientes o infectarse.
- Vigila: Dolor en la parte posterior de la mandíbula, hinchazón o problemas para abrir bien la boca significan que es hora de llamar al dentista.
- Recuperación: Lo mejor es hielo, alimentos blandos y reposo. La mayoría de los adolescentes se sienten mejor en una semana.
Mal aliento
No hay nada que acabe con la confianza de un adolescente como preocuparse de que le huela el aliento. A mi hija le preocupaba antes de cada debate escolar. Los adolescentes pueden tener mal aliento por sequedad bucal (por bebidas o medicamentos), restos de comida, problemas de encías o problemas de limpieza alrededor de los aparatos de ortodoncia.
- Cómo solucionarlo: El cepillado y el hilo dental son imprescindibles. Los chicles sin azúcar también ayudan. Si el mal aliento persiste, comprueba si tienes otros problemas, como sinusitis o acidez estomacal.
Desgaste del esmalte y sensibilidad
A los adolescentes les encantan los refrescos y las bebidas de sabores, pero son superácidos. Con el tiempo, el ácido desgasta el esmalte y los dientes se vuelven sensibles. Mis hijos lo aprendieron por las malas después de beber agua con limón todos los días un verano: ¡dolor de muelas!
- Prevención: Bebe agua después de tomar algo ácido y espera media hora antes de cepillarte (los ácidos reblandecen los dientes).
- Cómo ayudar: Utiliza pasta dentífrica para dientes sensibles. Si te sigue doliendo, habla con el dentista.
Lesiones bucales y accidentes deportivos
Si su hijo adolescente practica algún deporte, monta en monopatín o simplemente corretea con sus amigos, puede romperse un diente. Nosotros tuvimos un susto después de un partido de baloncesto en el que mi hijo se olvidó el protector bucal. Por suerte, el dentista salvó el diente.
- Cómo proteger: Los protectores bucales no sólo son inteligentes: son imprescindibles para hacer deporte. Los hechos a medida son los que mejor funcionan.
- Qué hacer: Si se rompe o se cae un diente, llama enseguida al dentista. Pon el diente en leche y acude rápido a la clínica.

Cosas modernas que afectan a la salud bucodental de los adolescentes
Intentar mantenerse al día con la jerga de los adolescentes ya es bastante difícil, por no hablar de los nuevos peligros para sus dientes.
Vapeo y cigarrillos electrónicos
Es sorprendente: más de 2,8 millones de estudiantes de secundaria y bachillerato utilizan cigarrillos electrónicos, según los CDC. Al principio no sabía lo peligroso que era para sus bocas.
- Boca seca: El vapeo reseca la boca, lo que provoca más caries y problemas de encías.
- Problemas de encías: Las sustancias químicas que contienen los bolígrafos de vapeo pueden irritar las encías o incluso hacer que se despeguen de los dientes.
- Riesgos a largo plazo: Los estudios demuestran que hay más probabilidades de que aparezcan llagas y, con el tiempo, enfermedades graves de las encías.
Si tu hijo adolescente fuma o está pensando en hacerlo, habla con él. La boca suele mostrar los primeros problemas.
Bebidas azucaradas y comida basura
Lo veo todo el tiempo: los adolescentes toman refrescos, bebidas energéticas, caramelos y tentempiés para seguir adelante. En el momento les sienta bien, pero los dientes sufren de verdad.
- Por qué es malo: El azúcar alimenta a los gérmenes de la boca, que producen ácidos que corroen los dientes.
- Mejores opciones: En casa tenemos agua de frutas, queso y verduras crujientes. Los chicles o caramelos de menta con xilitol también pueden ayudar a mantener los dientes sanos.
Problemas de alimentación
Es un tema difícil. Los trastornos alimentarios, como no comer lo suficiente o vomitar, pueden dañar mucho los dientes, a menudo antes de que nadie se dé cuenta. La hija de una amiga luchó contra la bulimia, y el daño a sus dientes era realmente claro.
- Pistas dentales: Dientes desgastados (sobre todo por dentro), boca seca, más caries y llagas.
- Papel del dentista: A veces, los dentistas son los primeros en detectar estos signos. Si observan algo inusual, pueden ayudar a encontrar ayuda.
Piercings orales
Los piercings en la lengua y en los labios pueden parecer una idea genial, pero son muy perjudiciales para los dientes. He visto a adolescentes astillarse los dientes, retraerse las encías o incluso contraer infecciones que requieren visitas a urgencias.
- Por qué son arriesgados: Además de hinchazón y dolor, el metal puede astillar los dientes, molestar a las encías y atrapar gérmenes.
- Consejos: Si tu hijo quiere hacerse un piercing, asegúrate de que elige una tienda segura, lo limpia bien y acude al dentista con frecuencia.
Cuidado dental activo para adolescentes
Esto es lo que he aprendido: La mayoría de los problemas dentales de los adolescentes pueden detenerse o al menos controlarse manteniendo los hábitos adecuados y visitando al dentista con regularidad.
Crear hábitos de cuidado bucal estables
¿Conseguir que los adolescentes se cepillen los dientes y usen hilo dental? Eso puede ser una lucha. ¿Qué nos ha funcionado? Hacerlo fácil y rápido, e incluso un poco divertido.
- Cepillado: Dos minutos, cepillado suave, con pasta de dientes con flúor. Los cepillos eléctricos ayudan, sobre todo con brackets.
- Uso del hilo dental: Los picos de hilo dental o los escupidores de agua conseguían más sonrisas en casa cuando nadie quería usar hilo dental de hilo.
- Extras: El enjuague bucal puede reducir la placa. Enjuagarse con agua después de un tentempié o una bebida azucarada también ayuda.
Por qué son importantes las visitas periódicas al dentista
Sé que es difícil encajar las citas con el dentista en un horario escolar apretado. Aun así, esas revisiones cada seis meses detectan pequeños problemas y fomentan mejores hábitos.
- Por qué ayuda: Los dentistas detectan pequeñas caries o problemas de encías que pasamos por alto en casa.
- ¿Qué dentista? Algunos adolescentes quieren cambiar de un dentista infantil a uno normal. Cualquiera de las dos opciones funciona, siempre que el dentista conozca las necesidades de los adolescentes.
- Necesidades especiales: Los adolescentes con diferentes retos (como autismo o diabetes) pueden necesitar una planificación adicional para las visitas o el cepillado en casa.
Alimentos para una sonrisa sana
Lo que comen los adolescentes puede ser tan importante como cómo se cepillan los dientes.
- Las mejores opciones: La leche y el queso (buenos para el calcio), las carnes, los huevos, las frutas, las verduras y los frutos secos fortalecen los dientes.
- Evitar: Los caramelos de goma, las barritas masticables, las bebidas azucaradas y los tentempiés que se pegan a los dientes desarrollan los gérmenes que provocan las caries.
- Consejo: Si tu hijo adolescente insiste en tomar refrescos, pídele que los beba con las comidas y que se aclare con agua después.
Preocupaciones dentales
Algunos miedos al dentista se mantienen desde que los niños son pequeños. A mi hijo pequeño no le gustaban sus citas después de una limpieza dura, pero esto es lo que le ayudó.
- Háblalo: Repasamos con antelación lo que ocurriría en cada visita.
- Trae comodidad: Unos auriculares o un juguete favorito mejoraban las cosas.
- Ayuda especial: Algunos dentistas te permiten utilizar gas hilarante o calmantes si tu hijo está muy preocupado.
Tener un dentista de confianza para tu hijo adolescente marca una gran diferencia.
Cuándo visitar al dentista: Señales que no debes dejar pasar
Esta es mi sencilla lista para esos momentos en los que piensas: "¿Mi hijo adolescente necesita ir al dentista ahora o puedo esperar?".
- Dolor o sensibilidad constantes: Si te duele un diente durante más de uno o dos días, necesitas una revisión. Podría ser una caries o algo más grave.
- Encías inflamadas o sangrantes: Es habitual que se produzca algún sangrado por cepillarse demasiado fuerte, pero las encías que sangran o se hinchan todo el tiempo son una señal de alarma.
- Dientes sueltos o que se mueven: Los dientes adultos no deben estar flojos. Cualquier cambio necesita la mirada de un dentista.
- Llagas o parches: La mayoría de las úlceras bucales se curan rápido, pero las que duran semanas, reaparecen o tienen un aspecto extraño, sobre todo en los adolescentes que fuman o se inyectan, indican que es hora de hacerse una revisión.
- Problemas para masticar o hablar: Los cambios en el habla o en la forma de comer de tu hijo pueden ser un signo de problemas con la mordida o de infección.
Sigue tu instinto. Prefiero una visita extra al dentista que perderme algo importante.
Fin: Ayudar a los adolescentes a construir sonrisas sanas y duraderas
Esto es lo que mis años como padre -y después de leer mucho sobre salud dental- me han enseñado: La adolescencia no es fácil, pero es el momento perfecto para guiar a tus hijos. Sin duda, los adolescentes se enfrentan a caries, aparatos dentales, problemas con las muelas del juicio y demasiadas tentaciones que no son buenas para los dientes. Pero si les das la información adecuada, unos hábitos sencillos y un empujoncito, puedes ayudarles a esquivar la mayoría de los problemas.
Siga hablando con su hijo adolescente de por qué sus dientes son importantes, no sólo por su aspecto o por tener un aliento fresco, sino por su salud y su confianza. Haz que las visitas al dentista sean algo que hacen sin más, no una amenaza por cepillarse mal los dientes. Permítales hacer preguntas y enséñeles a ser dueños de sus decisiones. Piense en ello como una inversión, no sólo en su sonrisa de hoy, sino en cada risa y foto del futuro.
Este es mi camino. El tuyo puede ser un poco diferente, pero con estos conocimientos, ya lo estás haciendo mejor que la mayoría. ¡Por unas sonrisas sanas y felices para toda la vida!